martes, 6 de julio de 2010

Las ventajas de instalarse en un parque industrial

Con el crecimiento de la actividad industrial en los últimos años, aumentó la demanda de espacios donde instalar empresas. Los parques son una buena opción para las pymes ya que, además de aportar infraestructura y seguridad, permiten articular economías de red y de escala entre las firmas participantes. Cuál es el rol de los gerentes de parques, la articulación con las universidades, ventajas y requisitos para formar parte de estos polos.



Surgidos en la década del ’70 como una estrategia empresaria para compartir costos y mejorar la competitividad, los parques y polos industriales se fueron consolidando. En los últimos siete años, la actividad industrial creció un 70%, lo que impulsó como nunca antes la demanda de predios donde radicar industrias. Los parques industriales aportan una respuesta a esta necesidad, ya que además de un espacio físico ofrecen infraestructura, seguridad y la posibilidad de formar economías de red y ganar escala. Según datos del ministerio de Industria, hoy funcionan en el país 235 parques, donde trabajan 200.000 personas en 6.500 empresas. El 90% de ellas son pymes.

Otros 59 parques están en proceso de creación, en los que se prevé la instalación de 1.650 empresas, que ocuparán a alrededor de 50.000 personas, según prevé el Programa Parques del Bicentenario, recientemente lanzado desde el Gobierno nacional. "Hay una decisión estratégica de dotar a los parques industriales de infraestructura y servicios para que las empresas tengan mejores condiciones para la transformación y agregación de valor a nuestras materias primas", destacó la ministra de Industria, Débora Giorgi, durante el II Encuentro Nacional de Parques Industriales que se realizó esta semana en la ciudad de Buenos Aires.

Los parques industriales, de los cuales un 80% cuenta con financiamiento público, permiten concentrar la inversión en infraestructura, facilitan la planificación urbana y garantizan una convivencia armoniosa entre el uso industrial y residencial de la tierra.

Sólo en la provincia de Buenos Aires hay más de 100 parques y polos en funcionamiento. Para las empresas que allí se instalan, existen beneficios estipulados en la ley que regula la Promoción Industrial en la Provincia, como exenciones en impuestos provinciales y municipales en los distritos adheridos al régimen, y la preferencia en licitaciones del estado provincial, entre otros. "Las empresas se benefician de las ventajas propias de los agrupamientos industriales, como la infraestructura, la complementariedad productiva, la posibilidad de desarrollar economías de red que promuevan una mayor capacidad de innovación, absorción y difusión de nuevas tecnologías", destaca. Y agrega: "Al mismo tiempo, generan economías de escala que facilitan la creación y acceso a políticas públicas; desarrollan mercados intermedios de producción y servicios y cuentan con mejores condiciones de seguridad", dice Ariel Notta, director del Programa de Apoyo a Incubadoras, Parques y Polos Tecnológicos de la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC) de la Provincia de Buenos Aires.

Sumado a esto, indica Esteban Bassin, asesor de la CIC, "la concentración industrial en parques favorece la planificación urbana, garantizando una efectiva protección recíproca entre la actividad industrial y los restantes usos posibles de la tierra; mejora la extensión y el uso de los servicios públicos; permite mayor protección del medio ambiente, y facilita a las empresas la adecuación a la normativa vigente".

El rol de los gerentes
En general, el dinamismo de un parque depende de factores como: el sector de actividad predominante (ya que hay ramas productivas más innovadoras que otras); la forma en la cual se complementan y coordinan las actividades productivas (entendiendo por esto la existencia de economías de escala y de red, las relaciones usuario-proveedor y los encadenamientos productivos) y las funciones que cumplen los gerentes y equipos de gestión. Ellos son los encargados de vincular a las empresas entre sí y con las universidades y centros tecnológicos; asegurar el acceso a información, a políticas públicas, financiamiento y otro tipo de servicios de alto valor agregado.

Los parques industriales han comenzado a organizar actividades tendientes no sólo a mejorar la infraestructura y los servicios básicos y comunes, sino también a brindar una nueva gama de servicios a las empresas referidos a la capacitación de recursos humanos, el acceso a laboratorios y centros para ensayos, pruebas y certificaciones, como la información sobre nuevas políticas públicas. "Estos nuevos servicios exigen una reformulación del rol de los gerentes, ya que hasta hace unos años, éstos cumplían funciones referidas al desarrollo de la infraestructura y la radicación de las empresas. En la actualidad, se espera que un gerente pueda, además, desarrollar actividades de vinculación tecnológica, animación de los contactos y del clima interno de los parques, identificación de necesidades de las empresas y acceso a servicios de mayor valor agregado, ya que el desafío actual no pasa sólo por llenar el parque y mantenerlo en buenas condiciones, sino fundamentalmente por convertirlo en un ámbito capaz de mejorar la competitividad de sus empresas", subraya Carlos Gianella, presidente de la CIC.

Condiciones para radicarse
Para instalarse en un parque industrial, las empresas deben completar una serie de trámites referidos a la categorización que merecerá el emprendimiento, lo que incluye la evaluación del impacto ambiental y el certificado de aptitud ambiental.

Son considerados parques de primera categoría o "inocuos" los establecimientos cuyo funcionamiento no constituye riesgo o molestia a la seguridad, salubridad e higiene de la población, ni ocasiona daños a sus bienes materiales ni al medio ambiente.

Los de segunda categoría son establecimientos considerados "incómodos" porque su funcionamiento constituye una molestia para la salubridad e higiene de la población u ocasiona daños graves a los bienes y al medio ambiente.

Los de tercera categoría son aquellos establecimientos que se consideran peligrosos porque su funcionamiento constituye un riesgo para la seguridad, salubridad e higiene de la población u ocasiona daños graves a los bienes y al medio ambiente.

Dependiendo de su categoría, las empresas deben cumplir con ciertas obligaciones. Las industrias de tercera categoría pueden presentar una metodología de trabajo para el desarrollo de la Evaluación de Impacto Ambiental, consignando de qué forma se llevará a cabo el estudio y cuali-cuantificando las tareas a realizar. Asimismo, los establecimientos de tercera categoría que obtengan el Certificado de Aptitud Ambiental deberán realizar un monitoreo ambiental periódico, con los alcances y periodicidad que establezca la autoridad de aplicación.

Qué tener en cuenta
A la hora de evaluar su radicación, una empresa debe tener en cuenta una amplia gama de condiciones del entorno y del parque en sí mismo. Entre las primeras, se destacan la ubicación del parque, sus accesos, cercanía a rutas, aeropuertos, puertos o vías férreas; la presencia en la zona de mano de obra capacitada y con experiencia en el sector; la cercanía de universidades y centros de investigación y desarrollo; la calidad institucional de la administración local; la seguridad y el clima social donde se implanta, entre otras. "También cuentan las características propias del parque, como la infraestructura básica, el tipo de empresas que comparten el predio y el rol de la gerencia", apunta Notta. En este proceso, coinciden los expertos, es muy importante el desarrollo de actividades de marketing por parte de los gerentes de parques industriales, ya que es preciso darse a conocer e identificar al mismo tiempo el tipo de empresa que se prefiere incorporar.

Industrias más universidades
El Parque Tecnológico Litoral Centro (www.ptlc.org.ar), en la localidad de El Pozo, en la afueras de la ciudad de Santa Fe, se inauguró en 2002 y es un ejemplo de articulación entre el sistema industrial y científico, y entre la iniciativa pública y privada. Fue creado a instancias del Conicet, y "su objetivo central es impulsar a las Empresas de Base Tecnológica (EBT)", explica Guillermo Gómez Galicia, vicepresidente del PTLC . Para esto, el parque cuenta con un programa de pre-incubación para emprendedores innovadores, donde se les ofrece infraestructura edilicia y servicios, más asesoramiento para armar su plan de negocios. Superada esta etapa, las empresas pueden alojarse durante dos años en la incubadora de empresas. Por último, aquellas que lo crean conveniente pueden radicarse en el parque.

Además de proporcionar un espacio físico perteneciente al Conicet a costos convenientes, el parque santafesino brinda servicios de consultoría legal, técnica y contable-financiera, provee capacitación y facilita la interrelación entre los emprendedores y los científicos de los institutos de investigación.

Desde su constitución, el PTLC alcanzó acuerdos de colaboración con instituciones educativas y de investigación. Entre ellas, la UTN Santa Fe, el Centro Científico Tecnológico y el Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química, ambos del Conicet; la Universidad Nacional del Litoral, la Unión Industrial de Santa Fe, la empresa de informática Sun Microsystem, la Bolsa de Comercio de Santa Fe, el Instituto de Investigaciones en Catálisis y Petroquímica (Incape), el Instituto de Desarrollo y Diseño, y el Instituto Estudios Superiores de Santa Fe.

Su modelo de gestión sigue una tendencia mundial que involucra tanto al Estado nacional (Conicet), los municipios de Santa Fe y Paraná y entidades privadas: la Confederación General Económica y la Confederación de la Industria, todos ellos con representantes en el directorio del parque. Por otra parte, el PTLC es miembro de la Red de Incubadoras del Cono Sur, que agrupa a incubadoras de los cuatro países integrantes (Paraguay, Uruguay, Brasil y Argentina), con el fin de potenciar la transferencia tecnológica y abrir nuevas posibilidades de negocios entre las empresas.

En tanto, el parque industrial Plátanos en Berazategui (ver recuadro), contará próximamente con una sede de la UTN en su predio. Actualmente funciona allí una escuela técnica, con la que se articulan pasantías y capacitaciones para las 33 pymes que funcionan en el predio. Las hay de diferentes rubros: desde alimenticias hasta metalúrgicas, plantas de papel, de cilindros metálicos y de componentes electrónicos. En total emplean a 1.500 personas.

"La idea es involucrar a las universidades para que desarrollen actividades junto con los parques industriales que están en su área de influencia. Se pueden hacer actividades de transferencia de tecnología, capacitación, ensayos, asistencia técnica y consultoría. El objetivo es convertir a las universidades en un socio real y operativo para mejorar la competitividad de las empresas radicada en los parques", señala Gianella, del Centro de Investigaciones Científicas bonaerense.

Costos y financiamiento
En la provincia de Buenos Aires, la región del país con mayor cantidad de parques instalados, los precios por metro cuadrado para instalarse varían mucho de uno a otro. Según un informe de Reporte Inmobiliario, el promedio es de u$s 44 por m2. Este valor ha crecido un 74% desde 2005 y, el último año, aunque se desaceleró, continuó con una tendencia alcista (12% entre 2008 y 2009).

Hoy, el parque que ostenta el valor más alto es el Centro Industrial Garín, con u$s 100 el m2 y una ocupación de casi el 100%. Le sigue el Parque Industrial Tortuguitas, con u$s 80 el m2. Entre los más económicos se cuentan el Parque Industrial Zárate (predios entre u$s 12 y u$s 16 el m2) y los Parques de Almirante Brown y Campana (entre u$s 30 y u$s 35 el m2). Entre los que más crecieron en ocupación el último año estuvo el Parque Industrial Cañuelas I, con 31 parcelas, cuando el ritmo de ocupación promedio es de 5,7 parcelas al año. Le siguió el Parque Industrial Burzaco con 14 fracciones ocupadas por año.

En cuanto a la financiación disponible para instalarse en un parque, hay ofertas específicas en el mercado. Por caso, el subgerente General del Banco Provincia de Buenos Aires, Juan Ozcoidi, anunció recientemente la disponibilidad de una línea de créditos ad hoc. La entidad maneja una cartera de $ 75 millones que se destinan únicamente a las empresas instaladas o con miras de hacerlo en un parque industrial. "Si este stock se agota, podemos transferir otros fondos, como de cooperativas, para satisfacer la demanda. El monto máximo por empresa destinada a inversiones asciende a $ 4 millones y la tasa promedio oscila en el 9,15%", destacó Ozcoidi. Cabe recordar que, para las empresas radicadas, el ministerio de la Producción bonaerense subsidia dos puntos porcentuales de la tasa del préstamo.

En tanto, el programa Parques del Bicentenario que impulsa el Gobierno nacional, prevé la erogación de $ 30 millones al año en aportes no reembolsables (ANR) para obras de infraestructura dentro de los parques (calles internas, cercos perimetrales y plantas de tratamiento de efluentes, entre otras), más otros $ 22 millones anuales para financiar tasas subsidiadas para la radicación o ampliación de pymes en esos predios, los que generarán unos $ 300 millones en créditos.

Berazategui, donde florecen los parques
En el municipio de Berazategui funcionan cuatro parques industriales con un promedio de 30 pymes cada uno, y se están construyendo siete más. Algunos de ellos son multirrubro, como el parque industrial Plátanos y el CIR 2, emplazado en la ex planta de Peugeot. Otros son polos temáticos, como el de la industria de la madera y el mueble, y el de industrias audiovisuales y culturales, que está en construcción y será pionero en América Latina. En algunos casos, los parques son de gestión privada y en otros la administración es compartida entre el municipio y las empresas. Las compañías que se instalan tienen 100% de exención en las tasas municipales durante cinco años, siempre que el 70% de su mano de obra sea local.

"Hemos dejado de ser una ciudad dormitorio donde la gente se iba para trabajar en la Capital, para recuperar el perfil industrial ", destaca el intendente Juan José Mussi. "Donde había una gran fábrica abandonada, hoy se levantan decenas de pymes. Esto provoca una reactivación de la zona, porque al haber trabajo, hay más consumo, el municipio recauda más y puede brindar mejores servicios". Por caso, en el predio de la ex textil Sinafa, que llegó a emplear a 2.000 personas y cerró durante la época de Martinez de Hoz, hoy funciona el parque industrial Plátanos, con 33 pymes que generan más de 1.500 empleos. "Pronto se ampliará el número de empresas hasta llegar a 51, con lo que se superarán los 2.000 puestos de trabajo", asegura Daniel Rosato, titular de una compañía papelera instalada en ese parque y presidente de la Unión Industrial de Berazategui.

San Nicolás y Ramallo, unidas por un parque
El parque industrial Comirsa (Complejo Industrial Ramallo, San Nicolás) se creó en 1993 y hoy cuenta con 72 empresas funcionando, 51 en proceso de instalación y tres más con terrenos reservados. "El 70% de las empresas que se instalaron son metalúrgicas y de mantenimiento industrial; el 23% son empresas de servicios, un 12% de logística, y el resto se divide entre comercio, agroquímicos, constructoras, petroleras, cementeras, frigoríficos, autopartes, minería y madereras", destaca Héctor Gardella, presidente de Comirsa. Se trata de un parque de categoría III, que permite la instalación de cualquier tipo de industrias, y al igual que la mayoría de los parques, al radicarse allí las empresas gozan de exenciones en Ingresos Brutos y en tasas y derechos municipales. A esto se suma la escrituración gratuita a través de la Escribanía general de gobierno.

Actualmente están prontos a inaugurar el sector Pymes II del parque, con 168 lotes de 2.500 m2 cada uno con todos los servicios. Para instalarse, las empresas cuentan con 48 meses de plazo para pagar el predio, y las cuotas son fijas en pesos (20% al contado y el resto financiado a cuatro años). Los interesados deben presentar un proyecto y desarrollarlo en menos de 1.000 días, con una disponibilidad del terreno inmediata.

Algunas cifras
Hoy...
235 parques industriales funcionan en la Argentina
6.500 empresas están alojadas en parques industriales
90% son pymes
200.000 empleados
80% cuentan con financiamiento público
A futuro...
59 parques están en construcción
1.650 empresas se instalarán allí
50.000 empleos se crearán
30 millones de pesos se dispondrán en ANR para obras de infraestructura dentro de los parques
22 millones de pesos por año se destinarán a créditos con tasa subsidiada para financiar la radicación o ampliación de pymes en esos predios

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