El grupo brasileño Santana Textiles cuenta con cinco plantas y planea la sexta en EE.UU. A nivel local, invertirá 35 millones de dólares para duplicar su producción de denim y comenzar a vender hilos.
Fuente: Veintitres por Graciela Moreno.
Con apenas 29 años, Igor Perdigao es uno de los herederos del gigante grupo brasileño Santana Textiles y el responsable de la operación de la empresa en la Argentina. La historia comenzó en 1963, cuando su abuelo Raimundo Delfino da Silva se inició en la fabricación de hamacas paraguayas. Hoy Santana es uno de los mayores fabricantes mundiales de tela de jean, produce 100 millones de metros de tela de denim por año y factura 400 millones de dólares anuales. Con cuatro plantas en Brasil, en el 2007 decidieron instalar su primera fábrica en el exterior y eligieron al pequeño pueblo chaqueño de Puerto Tirol para construir una de las plantas más modernas del mundo. Los próximos desafíos son varios. El menor de la familia cuenta a Veintitrés los próximos pasos: a nivel local, promete duplicar la producción; en Brasil están ultimando los detalles para comenzar a cotizar en la Bolsa y formar parte del índice Bovespa, y en el plano internacional, iniciaron la construcción de su sexta planta en Texas, Estados Unidos.
No fue fácil para Igor Perdigao abandonar las bondades de Fortaleza, en su tierra natal, para mudarse al Chaco argentino. Pero asegura que el balance es positivo y que, para compensar, viaja mucho. En dos o tres meses dejará la operación local y volverá a Brasil, para continuar ayudando en la expansión del grupo. A la hora de hacer una radiografía de Santana en la Argentina cuenta: "En tres años logramos tener el 22 por ciento del market share local. Producimos 12 millones de metros de tela de jean por año y si bien en el 2009 facturamos 100 millones de pesos, este año esperamos crecer un 50 por ciento y alcanzar los 150 millones de pesos. Fue un buen año, pudimos consolidar nuestro negocio, desarrollar nuevos productos y una buena cartera de clientes", explica el director general de Santana Argentina.
Pero los planes locales son ambiciosos. "Queremos aumentar nuestra capacidad de producción, tenemos un plan de inversión de 35 millones de dólares para el 2011. Nuestro plan es pasar de fabricar 12 millones de metros de tela de denim a 18. Con el objetivo no sólo de abastecer al mercado local, sino también exportar a los países limítrofes como Paraguay, Bolivia y Uruguay. Esto implica que de los 350 trabajadores que tenemos, queremos llegar a los 600 o 650", señala Perdigao, en un buen portuñol. Con esta inversión también comenzarán a producir 8.000 toneladas anuales de hilo de algodón para comercializar. El impacto de este crecimiento no sólo se verá reflejado en más puestos de trabajo, sino también en el consumo de algodón en las zonas aledañas. En la actualidad, Santana compra 10.000 toneladas de algodón anuales para abastecer su planta. Para el próximo año, duplicarán la compra, alcanzando las 20.000 toneladas.
Si bien el avance de la soja mermó en los últimos años la producción de algodón, los precios internacionales de este commoditie que ya alcanzaron los dos dólares el kilo, volvieron a alentar la siembra. "En los últimos 18 meses, el precio del algodón subió un 80 por ciento, según lo que marca la Bolsa de Nueva York. Es muy complicado mantener los precios, porque esta materia prima representa el 40 por ciento de nuestro costo y estos aumentos internacionales terminan generando inflación", argumenta. Pero el sector textil también ha tenido medidas a su favor, como por ejemplo la aprobación de medidas antidumping que imponen un precio mínimo para la entrada de telas de origen chino. "Tenemos casi 60 variedades de artículos de jean, el precio va de los 12 pesos el metro a los 18, pero el promedio es de 14. Si lo comparamos con Brasil, tenemos precios muy competitivos, vendemos el metro un 30 por ciento más barato que ellos", puntualiza el brasileño Igor Perdigao.
Con un dólar favorable, incentivos fiscales y bajo precio de mano de obra, las empresas brasileñas comenzaron a desembarcar desde hace un tiempo en la Argentina. Hoy casi el 70 por ciento del denim que se fabrica localmente está en manos de grupos verde amarillos. Los principales jugadores del mercado, además de Santana, son Alpargatas, Grafa y Santista, del grupo Camargo Correa. Mientras tanto, el consumo de jean a nivel local sigue creciendo y ya alcanzó los 70 millones de metros de denim anuales. Santana promueve el uso del jean desarrollando la primera cátedra de denim en la Universidad de Palermo, un taller de prototipos en la UBA y alianzas como con Kostüme, una firma de diseño de autor, que propone reposicionar al jean y convertirlo en un objeto de deseo.
Pero Santana va por más. Ya comenzó la construcción de su sexta planta en Texas, Estados Unidos. Con una inversión de 180 millones de dólares, quieren que esté lista en el 2015 y ambicionan que su producción llegue a los 70 millones de metros de tela anuales. Los planes de crecimiento no tienen fronteras.
Responsable. Con 29 años, Igor Perdigao dejó Fortaleza y se instaló en el Chaco. Vende tela de jean a las marcas líderes.
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