La ministra de Industria comprometió la continuidad de los estímulos sectoriales a representantes gremiales y patronales de la industria textil. Apunta a revertir el déficit comercial y a lograr un crecimiento sostenido de la producción hasta 2020.
Las medidas comerciales de protección al sector textil y confección continuarán siendo aplicadas por el gobierno nacional, que pretende que la producción sectorial crezca a un ritmo de 10 por ciento anual hasta 2020 y además revierta el déficit comercial, según le comunicó ayer la ministra de Industria, Débora Giorgi, a los empresarios del rubro. El encuentro entre representantes gremiales del sector, cámaras patronales y funcionarios del Gobierno se dio en el foro previsto por el Plan Estratégico Industrial 2020. “Vamos a avanzar con la implementación de financiamiento específico para pymes del sector y en incentivos en materia fiscal para inversiones que incrementen la producción y el trabajo”, adelantó Giorgi. Los empresarios pidieron más institucionalidad en las medidas de protección comercial, mejores políticas crediticias y un mayor combate contra la informalidad laboral.
El secretario de Industria, Eduardo Bianchi, estimó que, de continuar la tendencia actual, el sector llegará a 2020 con un déficit de 1700 millones de dólares. “Este esquema no se sostiene, no es lo que quiere el Gobierno”, señaló. En 2003 el sector mostró un resultado externo levemente superavitario, aunque a medida que el proceso de crecimiento económico se fue afianzando, también desmejoró el intercambio comercial. Según los datos de Industria, el déficit alcanzó 1300 millones de dólares en 2010. Las importaciones se componen mayormente de prendas y tejidos planos, mientras que las exportaciones tienen un fuerte componente de lana sucia, que tiene muy escasa agregación de valor.
El Gobierno pretende revertir la tendencia y llegar a 2020 con un equilibrio externo. Además, que la producción pase de 3618 millones de dólares en la actualidad hasta 9200 millones en 2020, con un crecimiento del 10 por ciento anual, lo que implica una mayor inserción exportadora, dado que se espera que el aumento del consumo interno sea de 7,5 por ciento anual. Eso permitiría crear 250 mil empleos, frente a los 360 mil puestos que actualmente hay en el sector, distribuidos en unas siete mil empresas, en su mayoría pymes de capital nacional.
“¿Qué se necesita para aumentar los niveles de producción?”, fue una de las principales consignas sobre las que trabajaron los representantes gremiales, empresariales y funcionarios. “No sólo necesitamos crédito. La gran informalidad que existe en los talleres, por ejemplo, impide que esa empresa se endeude para adquirir insumos”, indicó un fabricante. Otro tema debatido fue la intención del Gobierno de regular el precio interno del algodón, una medida que encuentra adeptos en la industria, pero es rechazada por los grandes productores y acopiadores.
El sector se beneficia de las mediadas de administración de comercio implementadas por el Gobierno. De los 20 antidumpings aplicados por Industria desde 2009, nueve están relacionados al sector textil, y buena parte de las licencias no automáticas de importación también benefician al rubro, indicó Giorgi. Esas medidas buscan proteger al sector de la competencia de China, India y Pakistán. La producción a muy bajo costo de esos países también reduce las posibilidades de insertarción en otros mercados. “El tema es cómo encontrar un nicho de mercado a partir del estampado de la tela o la tecnología de diseño de la indumentaria”, sostuvo un empresario. Al respecto, Bianchi consideró que “hay mayores posibilidades en el mercado regional”.
Fuente: Página 12
No hay comentarios:
Publicar un comentario