jueves, 5 de agosto de 2010

Liquidar x ley

La Legislatura porteña limita el tiempo de rebajas. Cuestionamientos a una medida inconsulta.

Fuente: La Nación

"Las fechas en las que ahora por ley el GCBA obliga a rebajar los precios son inadecuadas", dice Adriana Costantini, dueña de la firma minorista y mayorista que lleva su nombre, al criticar el período en que puede realizarse la liquidación de temporada, según la ley 3054 aprobada el 22 de julio último por la Legislatura porteña.

Ese es el principal cuestionamiento que los empresarios del sector realizan a esta medida impulsada por el Pro -aún a la firma del jefe de gobierno, Mauricio Macri-, aunque reconocen la importancia de regular las acciones promocionales de venta.

En sus fundamentos, la iniciativa de la diputada Marta Varela refiere a notas periodísticas y no a consultas o relevamientos entre las marcas que funcionan en la ciudad, como solicitan los empresarios.

"Creo que se equivocaron (por los diputados porteños), no están informados de cómo funciona el mercado. Es un error determinar el principio y fin de la liquidación sobre el inicio real de la siguiente temporada. Liquidar el invierno del 1° de agosto al 31 de septiembre es un desacierto. Nadie compra ropa de invierno a fines de septiembre cuando hace calor. Entiendo que no obligan a liquidar en ese período, ¿no? Sólo limitan para no estar liquidando todo el año, espero. Es obvio que no están informados", dice Ana María Giesso, dueña de Giesso.

¿Extensión de temporada?
Costantini dice que no es mala la idea de regular el período de rebajas, porque suele lanzarse cuando aún no empezó la estación. Pasa sobre todo en invierno. "Semejante adelanto revienta el mercado y te obliga a liquidar también. Pero todo depende de la temporada. Estaría bien -si el período fuese el adecuado- en un país con una economía estable. Pero a veces se necesita liquidar para poder invertir en la siguiente y no quedarte con mercadería.

"Llevo 50 temporadas trabajando de esta manera. En septiembre, en especial a fines, la gente se viste con ropa más liviana, de media estación, y en marzo ya hace frío. En esa época, a muy pocos les sobra para invertir en el verano por más que se liquide, sino que buscan abrigo. Pretender extender la temporada es una arbitrariedad, un despropósito", insiste Costantini.

La necesidad de contar con una etiqueta con el precio anterior y el rebajado no sorprendió. "Hace años que exhibimos los dos precios en época de liquidación, lo mismo cuando hacemos publicidad de ese período, que especificamos su comienzo y fin -afirma Giesso-. Lo mismo ocurre con el perchero de ofertas de otra temporada. Si un producto es discontinuo se señala, al igual que cuando está fallado que se indica con un sticker rojo. No tenemos ropa de segunda mano o con fallas porque no fabricamos".

Marcelo Sorzana, director de Surreal Marketing, que maneja la comunicación de Paruolo, Ayres y Blackfin, entre otras, dice que trabaja para readaptar lo necesario para la próxima temporada. "Utilizaremos una palabra alineada a un concepto de moda, como celebración, en vez de sale u off; no queda bien liquidación o rebaja. Pero más allá de este eufemismo, es raro que se pretenda liquidar cuando se lanzó otra temporada. Es un desfase. La fecha impuesta por ley es un mes tarde. El resto, como regular saldos y precio de fábrica, está bien."

Acuerdos y desaciertos
Estos últimos requerimientos tampoco son una complicación para Emiliano Fitá, directivo de Wanama y Cook. "La etiqueta con el antes y ahora, el idioma, señalar los saldos o precios de fábrica son indicaciones correctas. Pero la estipulación de esa fecha es inconsulta, equívoca y confunde. Son períodos de lanzamiento de temporada, no de exhibición en rebaja", opina Fitá, segunda generación de una familia de indumentaria.

Aclara: "Es bueno ordenar. El argentino es muy caótico y las leyes pueden ayudar. Pero la Capital Federal es el mercado más importante y esta medida no es coherente. Indican un tiempo que no tiene nada que ver con la realidad y la necesidad del mercado. Hay que analizar y discutir bien, hay que ver de qué se trata con los integrantes del sector antes de legislar. Es importante que el consumidor reciba la información correcta, que no genere confusión".

A Moni Rivas, dueña de Chocolate, le parece "muy bien que haya una superliquidación durante un tiempo definido, para que estemos todos alineados y haya igualdad de condiciones para todas las marcas". Explica que en su etiqueta consta el precio original y el de liquidación. "Aporta claridad al consumidor."

También está de acuerdo con que la liquidación por cierre definitivo debe tener una fecha de comienzo y de fin, que no debe superar los dos meses. Lo mismo que detallar si el saldo de un producto es por defecto. Y afirma: "Debemos proceder con transparencia. Siempre tenemos que tener en cuenta lo que beneficia al consumidor. Todos finalmente somos consumidores".

¿Le pedirá consejo Macri a Juliana Awada, segunda generación de una familia de indumentaria? El jefe de gobierno de la ciudad todavía no puso la firma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario