El dueño de Wanama incorpora nuevos socios para armar un pool de marcas.
Fuente: Clarín
En los 90, varios fondos de inversión fueron comprando marcas de ropa, como Vitamina o Coniglio, con la intención de juntarlas y hacerlas crecer. Pero muchas de ellas se fueron a la quiebra, incluida John L. Cook, de la familia Fitá, que terminó recomprando en remate la etiqueta que había creado.
Una década más tarde, Emiliano Fitá –propietario de la relanzada Cook y también de Wanama– vuelve a la carga con un grupo de marcas, pero promete que cualquier parecido con las operaciones de los años 90 es pura coincidencia. Ahora los socios financieros son minoritarios y la intención es quedarse, no vender al mejor postor.
Fitá le cedió parte de sus empresas al grupo Fimaes, accionista de Cohen Sociedad de Bolsa, de varias tarjetas de crédito del interior del país, y con experiencia en la estructuración de deuda. Juntos armaron un holding de marcas de ropa y calzado que bautizaron DFC Group.
Además de Cook y Wanama (con las que ya facturan $ 140 millones), también pusieron bajo el paraguas de la nueva sociedad a la marca de zapatillas New Balance, cuya licencia acaban de tomar para la Argentina junto con el empresario uruguayo José da Silva.
En las próximas semanas, además, incorporarán la licencia para América latina de otra marca de indumentaria internacional , vinculada al deporte, que no tiene presencia en el país. Por ahora, mantienen el nombre bajo siete llaves.
New Balance se había ido del país a fines de los 90, con la caída del grupo Gatic. La marca –que se caracteriza por su tecnología en running – abrirá su primer local exclusivo en Palermo Soho en marzo.
La inversión en esta etiqueta será de unos US$ 5 millones. La estrategia es importar los modelos más sofisticados y avanzar con la producción nacional de la línea casual, que haría la fabricante de calzado MV Shoes.
“En cinco años, calculamos tener nueve locales exclusivos”, sostiene Guillermo Busso, gerente financiero del grupo y, junto con Alberto Spagnolo, dueño de Fimaes.
El empresario estima que podrían llegar a vender 350.000 pares el año que viene, a un valor promedio de $ 500 al público, un precio que ubica a las zapatillas al nivel de Nike y Adidas. Estas son las líderes de un mercado que ronda los 20 millones de pares anuales.
Busso contó que la idea del fondo es aprovechar el mercado de capitales y aportar management. “Las empresas familiares llegan a un techo y, después, el dueño no las puede administrar sin descuidar otros aspectos. Así tienen una crisis de crecimiento”, explica.
“Ahora queremos acercarnos al mercado de capitales, a buscar unos $ 8 millones a través de la emisión de una Obligación Negociable Pyme. Estamos empezando con el papeleo que hay que presentar en la Bolsa. Queremos darle un empuje fuerte a Cook, que ahora tiene sólo seis locales”, detalla Busso. Wanama posee 26 sucursales propias y otras tantas de franquiciantes, además de venderse en puntos multimarca.
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