La norma no se reglamentó, pero algunas marcas ya la cumplen.
Fuente: La Nación
Todos los años la cadena española de tiendas Zara espera al fin de la Navidad para lanzar sus tradicionales rebajas, con ofertas que oscilan entre 20 y 60 por ciento. Esta vez, sin embargo, los consumidores porteños no pudieron aprovechar los descuentos. En los locales de la Capital Federal las vendedoras explican que las rebajas este año recién llegarán en febrero, por una decisión del gobierno de la ciudad.
De esta manera, Zara no hace otra cosa que ajustarse a uno de los artículos de la ley de promociones sancionada en julio de 2010 y que establece que las marcas de ropa no podrán realizar sus liquidaciones de verano antes del 1° de febrero. La ley fue aprobada por unanimidad por la Legislatura porteña, aunque todavía no fue reglamentada por el Ejecutivo de la ciudad, con lo cual todavía no entró en vigencia, según explicaron a La Nacion fuentes de la Legislatura. Sin embargo, el desconcierto entre las marcas de ropa es tal que algunas marcas, como Zara, se anticiparon a su reglamentación.
"En el sector nadie sabe qué hacer y todavía hay mucha incertidumbre", explicaron en la marca Try Me. Por su parte, en la Cámara de Indumentaria de Bebes y Niños (Caibyn) señalaron que sus miembros no saben a qué atenerse. "Estamos esperando a tener una comunicación más clara", manifestaron en la entidad.
La ley que regula las promociones en la ciudad fue votada en julio de 2010 y busca proteger a los consumidores de la publicidad engañosa que muchas veces aplican las marcas de indumentaria. Más allá del punto más polémico, que prohíbe que las llamadas liquidaciones de temporada se realicen antes del 1° de febrero (para la ropa de verano) y del 1° de agosto (para la de invierno), la norma también fija otras especificaciones para evitar acciones abusivas por parte de las marcas.
En el caso de las liquidaciones por cierre de un comercio, la ley señala que este tipo de promociones no podrán extenderse por un plazo mayor de dos meses, de manera de impedir la práctica relativamente extendida de algunos locales que viven en un proceso eterno de "liquidación por cierre".
La norma también establece que los locales sólo podrán utilizar palabras en castellano para anunciar sus rebajas, y en el caso de recurrir a términos en inglés como "sale" u "off", los carteles deberán ir acompañados por su traducción. Además, en todos los casos, el precio de la ropa rebajada deberá ser acompañado por el valor anterior a la liquidación, de manera que el cliente compruebe fehacientemente que el descuento anunciado se corresponde con la realidad.
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