martes, 13 de septiembre de 2011

Nada se tira, todo se transforma

Rescatar lo que ya no se usa y resignificarlo con diseño es la tendencia más actual en talleres de costura. Una tarea creativa, que de paso contribuye a cuidar el medio ambiente.

Ultimamente, corte y confección compiten con una tendencia más creativa: la de reformar y hacerse ropa con diseño, para dar con algo más personal. Es el reciclaje o customización que diseñadores e institutos promueven en cursos y talleres (alrededor de $250 por mes) que no exigen saber costura ni moldería. Basta con querer aprender y disfrutar transformando lo que ya no va.

El taller Reciclaje de Indumentaria, en el Centro Rojas, está a cargo de Miri Locatelli Hoops y Maru Raffaelli, diseñadoras de la UBA. Son ocho encuentros de dos horas por semana, donde cada alumno lleva lo que quiere transformar y otros materiales en desuso que pueden ser útiles.

"Con distintos pedazos de géneros le hice una remera a mi hijo que hasta hoy me agradece porque la ve como un diseño único", cuenta Gloria Bordón, una de las alumnas. "Desarmé un trench y lo convertí en conjunto de saco y falda; y una camisa con más de 15 años devino camisola. Además, como el hilo de la costura estaba gastado, le hice un pespunte para no tener que teñirla", dice Norma Gómez, otra alumna.

Algo similar sucede en los talleres de Soledad Erdocia, donde un vestido de fiesta pasó a ser chaleco rockero, una remera mutó a bikini y un traje sastre de hombre, campera con cierre y apliques en la espalda. "Tratamos de sacarle el mayor partido a la ropa en desuso, de resignificar y reutilizar, ya sea tomando el género para hacer algo nuevo e independiente de la prenda original o modificándola. Sólo consideramos que una prenda es residuo cuando está muy deshecha o inservible. La moda, con su aceleración y su vocación por descartar, produce mucho desperdicio, fatal para el medio ambiente", sostiene Erdocia. Para apuntar: las clases son semanales, de dos horas y media cada una.

Complejidad variable

En Espacio Buenos Aires, la docente Laura Galvano, diseñadora de indumentaria egresada de la UBA, dicta el taller Reciclaje de indumentaria. Para crear moda, reinventándola, de tres meses, con gente de todas edades. La consigna es que todo lo transformado sea funcional. Ana Isabel García Gómez, una de las alumnas, de 27 años, vino desde Colombia, para perfeccionarse en eco-diseño. "Me interesa modificar, alargar la vida útil de las prendas, como el jeans que convertí en bolso", dice.

Casa Textil, en el barrio de Boedo, es el espacio donde la diseñadora Araceli Pourcel desarrolla talleres que rescatan técnicas tradicionales de tejido, bordado, encajes, patchwork y nudos para que los participantes desarrollen una estructura textil con sello propio. Este año, la novedad es el taller Identidad Textil, donde se aprende a trabajar con sonidos, aromas y experiencias sensoriales para componer textiles en mix de técnicas. Se dictan una vez a la semana, de dos a tres horas.

En tanto, la empresaria multifacética Susana Pozner propone Modistina, un producto-método de su autoría para activar el pensamiento creativo con una serie de herramientas (costurero, mini maniquí y moldes) y, así, confeccionar prendas de diferente complejidad. La idea prospera: algunas de sus alumnas hoy cuentan con emprendimientos propios, como la confección de batas especiales o de disfraces para cumpleaños y fechas patrias a pedido. Para que nadie se pierda la oportunidad, hay flexibilidad de horarios.

Fuente: Clarin mujer

1 comentario:

  1. Creo que cada vez se van a producir éste tipo de movimientos con mayor asiduidad,ya que el sistema anterior solo beneficiaba a una parte del sector,y desde mi punto de vista esto no hace que tengamos un armario con más calidad.

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