viernes, 16 de diciembre de 2011

Made in 100% Argentina

Fabricar artículos con "ADN" nacional pasó a ser una suerte de competencia entre sectores. El jurado es el propio Gobierno, que le declaró la guerra a lo importado.

En este sentido, un revelador informe de la UIA, bautizado "El rompecabezas productivo argentino" -firmado por los economistas Diego Coatz, Fernando García Díaz y Sergio Woyecheszen-, destaca las diferentes realidades que atraviesan cada una de las ramas claves de actividad.

Según el pormenorizado documento, la Argentina "presenta las características de una economía semi-industrializada", "a medio camino entre la de los países centrales o desarrollados y la de las naciones más pobres".

El informe resalta que, existe una rica trama de encadenamientos industriales. Sin embargo, éstos exhiben las huellas "de años de desarticulación productiva, lo cual se manifiesta en la elevada cantidad de sectores con bajo nivel de integración nacional".

Textiles
Según datos brindados por la Fundación Pro Tejer el 60% de lo que se comercializa es nacional y el resto importado.

Sin embargo, en cuanto al origen de la materia prima, hay variaciones en relación al tipo de producto.

El denim, por ejemplo, la tela para hacer jeans, uno de los principales caballitos de batalla de la industria, "se hace en un 100% en la Argentina, gracias a las políticas como las licencias no automáticas y las medidas antidumping", señaló el economista Mariano Kestelboim.

Además, según el Gobierno, la proporción de insumos nacionales viene creciendo ininterrumpidamente. La ministra de Industria, Débora Giorgi, destacó que "la Argentina retomó el camino de fabricar el producto terminado".

"Se avanzó en la industrialización ya que desde 2008 se frenó el nivel de importaciones de indumentaria y de textiles, mientras que el consumo interno de algodón siguió creciendo, abastecido por la industria nacional", aseguró la funcionaria.

Respecto al discurso de la Presidenta, acerca de "no importar un solo clavo", Coatz, de la UIA, destacó que "hay que tomarlo hoy como una metáfora. Es muy importante defender la producción nacional, pero entendiendo que no estamos en los ochenta. Hoy las multinacionales están moviéndose en función de los menores costos, buscando los mayores incentivos. Es una realidad muy diferente".

"La decisión de sustituir importaciones en la actualidad es bastante más difícil que hace 40 años. Hoy, incluso, hay productos o insumos que directamente no vale la pena fabricar en la Argentina, porque requieren de bajos salarios y una enorme escala. En otros sectores sí hay muy buenas posibilidades de reemplazar lo importado por lo nacional. Y hacia allí hay que apuntar", explicó Coatz.

Por su parte, Ganim destacó que "ninguna economía es absolutamente cerrada, siempre una parte de lo que se consume deberá llegar de afuera, pero tampoco se puede regalar el mercado con un moño".

En tanto, Santisteban aseguró que "el aplauso que recibió la Presidenta me llamó mucho la atención. Si hubiese sido en la UIA lo habría entendido. Pero no, fue en la Cámara de la Construcción. Entonces, a los señores que hacen rutas, puentes y puertos les pregunto: ¿con qué maquinaria trabajan? ¿Con bienes de capital nacionales? No, prácticamente todo es importado".

De este modo, explicó que "estamos a favor de la sustitución de importaciones, pero genuina. Es necesario implementar un sistema de premios y castigos. Así, si se le da protección a un empresario, que se le ponga un plazo y que luego demuestre que alcanzó un nivel de competitividad suficiente para que el consumidor no se vea perjudicado".

Fuente: iProfesional.com por Juan Diego Wasilevsky

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