Primera devanadora de seda de filamento continuo

El área de textiles del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) desarrolló la primera máquina devanadora de seda de filamento continuo. Se trató de un proceso que demandó varios meses de trabajo desde el diseño del prototipo inicial hasta que se logró dar con una máquina que permite realizar el proceso completo de hilatura del filamento continuo que se necesita para obtener el hilado retorcido con las máquinas acopladora-enconadora y la retorcedora, que también fue diseñada por el INTI.

Fuente: Carta de Negocios

El proceso del devanado es complejo por cuanto un capullo está compuesto por un único filamento de seda que llega a tener una longitud de unos 1.200 metros. Además de utilizarse en la industria textil también se lo emplea en la producción de material biomédico puesto que sirve como matriz para la regeneración de tejidos internos y piel.

En lo que hace al uso para la industria textil, el Centro de Textiles del INTI está trabajando, además, en un sistema de tipificación de capullos y análisis de calidad de fibra, a la vez que actúa como centro de información y difusión de la actividad. En ese sentido, el organismo está estudiando los procesos de tintura con colorantes naturales y ecológicos de acuerdo a los productos y los mercados a los que son destinados. Ya se realizaron extracciones de vegetales y minerales para la obtención de tintes naturales, logrando teñidos de la seda en una gama de colores muy amplia, lo que aporta un valor muy apreciado.

Este desarrollo permite al INTI colaborar activamente con los artesanos para realizar los diseños que el mercado exige a nivel nacional e internacional, y sus laboratorios están a disposición para realizar los controles de calidad necesarios para que se vendan los productos artesanales de calidad comprobada

Por esa razón, el desarrollo de la máquina es importante puesto que en la Argentina la cadena de valor de la seda está compuesta por actores del sector privado y del sector público, no hay una única forma de realizar el proceso productivo tal como sucede en Brasil. Por esa razón, es necesario que haya interacción constante entre los diversos eslabones de la cadena. La seda se puede trabajar de manera industrial y artesanal. La Argentina lo trabaja de manera artesanal, proceso que implica el devanado, descruce y teñido hasta llegar, en algunos casos, a la confección de un producto.