miércoles, 8 de junio de 2011

Las empresas y el planeta ¿cara a cara, o mano a mano?

La globalización y los modos de producción y distribución tradicionales están afectando seriamente a la naturaleza. Esto, a su vez, afecta a las industrias. Los desafíos ambientales de nuestro siglo, el cambio climático, la escasez de recursos naturales, el aumento de la población global y su impacto en el planeta, están transformando el contexto en que las compañías hacen negocios.



Según el informe Planeta Vivo, producido anualmente por WWF, en 2007 la huella ecológica de la humanidad, es decir el impacto de nuestro estilo de vida en los recursos naturales, excedió en un 50% la capacidad de la Tierra para producir recursos naturales y absorber dióxido de carbono. Globalmente, si continuamos en la trayectoria actual, para el año 2030 necesitaremos dos planetas para sostenernos. Pero sólo tenemos uno.

¿Qué significa todo esto para el sector privado? Toda empresa, para asegurar su sostenibilidad y éxito a futuro, necesita desarrollar las herramientas para adaptarse a este contexto cambiante. ¿Pero cómo hacerlo?

Los desafíos ambientales traen de la mano grandes oportunidades. Y la manera de aprovecharlos es mediante el dinamismo y capacidad de innovación que caracteriza al sector privado, orientado a generar nuevas maneras de producir y ofrecer servicios, mano a mano con la sociedad y el ambiente. La reducción de la huella ecológica trae aparejados resultados positivos en otros ámbitos:

La innovación tecnológica puede crear nuevas oportunidades de negocios.

•El uso sustentable de los recursos ayuda a proteger el futuro del negocio.
•El manejo eficiente de las operaciones ahorra energía y reduce costos, reduce el impacto ambiental, aumenta la transparencia y asegura la sustentabilidad de la cadena de abastecimiento.
•El packaging amigable con el ambiente puede reducir costos de almacenamiento y transporte.
•La sociedad exige y premia a aquellas empresas realmente comprometidas con el medio ambiente. Otorga licencia para operar, es decir, la aprobación tácita de la actividad empresarial por parte de la comunidad.
•Alcanzar estándares ambientales puede traer beneficios a nivel de reputación para la empresa.
•El mayor compromiso ambiental genera reconocimiento y mayor retención de los empleados.

Un desafío transformador

En un futuro cercano, las compañías que no sean vistas como parte de una transformación real y sostenible a futuro, perderán mercado. Por ello, deberán asumir el desafío de lograr una huella ecológica neutra, entendiendo a su vez que la huella ecológica -más allá de los productos y servicios que elabora y comercializa- abarca también aquellos recursos que son necesarios en toda la cadena de producción, distribución, consumo y post-consumo.

Para avanzar en esta dirección se requiere de un nuevo modelo de liderazgo que combine beneficios a corto plazo para la empresa con compromisos ambientales y sociales a largo plazo. Este liderazgo transformador contribuirá a modificar las demandas de los clientes, las expectativas de los inversores, las capacidades de los proveedores y el tipo de innovación que se fomenta. Así, surgirán empresas que contribuyan de una manera restaurativa con el mundo natural y que apoyen la adaptación de la sociedad a los efectos del cambio climático. Empresas que perduren en el tiempo.

Los pasos hacia la reducción de la huella ecológica implican una combinación de acciones: para empezar, ser más eficientes en el uso de los recursos. A mediano y largo plazo, desarrollar una nueva mirada de los negocios que incorpore el valor de los servicios ambientales, repensando procesos y actividades. Por último, cuando no sea posible reducir la huella ecológica, compensar los impactos inevitables, por ejemplo, a través de sistemas de pagos por servicios ambientales o la compra de bonos de carbono en mercados internacionales, para subsanar las emisiones de CO2.

Vida Silvestre trabaja junto con empresas y a nivel sectorial para contribuir a mejorar las prácticas de negocios y catalizar cambios transformadores en el sector privado. Nuestra organización, que forma parte de la red mundial WWF, posee una visión holística de los problemas ambientales, basada en un probado conocimiento científico, y experiencia en su aplicación práctica en diferentes sectores de la economía. Mediante nuestro Programa “Hacia una huella ecológica cero” abordamos el desafío del impacto ambiental de las empresas, inspirando y apoyándolas para que avancen hacia modelos más sustentables.

Fuente: Boletín IARSE por Diego Moreno - Fundación Vida Silvestre

No hay comentarios:

Publicar un comentario